martes, 24 de julio de 2012

Días 20 y 21: Polos opuestos

Mi última semana en Paraguay no pudo comenzar peor para mí. Durante la noche del Domingo volvieron a aparecer algunos síntomas del resfriado que viene acechándome desde la primera semana y al despertar, tenía un dolor de cabeza de esos que te dejan sin posibilidad de hacer prácticamente nada. Así que eso es lo que hice principalmente el Lunes, nada.

Decidí reposar enserio, bien abrigado y tomándome las pastillas que me habían comprado Miquel y Pati unos días antes. Creo que pasé el setenta por ciento del día en la cama y el treinta por ciento restante fueron las comidas y unas horas que pasé subiendo todas mis fotos de Paraguay al facebook.

Se que a primera vista parece un día perdido pero creo que si no hubiese descansado ayer, hoy no hubiera podido aguantar todo el día. A todo esto, tengo que añadir una triste noticia para los miembros de la fundación Alda. Uno de los integrantes de nuestra casa se ha visto forzado a abandonarnos durante unos días. Efectivamente, Miquel ha tenido que irse del país durante unos días ya que habían pasado ya los tres meses de plazo máximo que una persona puede estar en un país siendo considerado como turista, así que no contaremos con su presencia hasta el Jueves, fecha en que tiene prevista su vuelta de Argentina.

Sin embargo, el día de hoy ha sido de una actividad frenética, de ahí viene el nombre de esta entrada: Polos opuestos. He pasado de un Lunes totalmente apagado a un Martes sin descanso. Hoy tocaba madrugar otra vez y, además, tenía que ir solo hasta Villa Elisa cuando hasta ahora siempre había ido con Miquel (He llegado sano y salvo sin perderme). He salido de casa a las 7:00 de la mañana y hasta las 17:30 de la tarde no he regresado.

Siempre he intentado explicaros con palabras todo lo que hacemos con los niños: las actividades, lo cariñosos que son, la monada de niños con los que tengo la suerte de trabajar... Pero hasta ahora creo que sigue siendo extremadamente difícil poder expresar todo lo que siento cuando estoy en Villa Elisa con ellos, así que hoy he decidido grabarles para que lo veáis de primera mano. Después de jugar con sus animalitos de juguete y de haber estado creando figuras con su plastelina, la actividad de hoy consistía en dibujar y estos han sido algunos de los resultados:

Alguno de ellos parece ser que ha confundido el papel con su nariz y ha acabado pareciendo un payasito...


Como viene siendo habitual en las clases con los niños más pequeños, se les enseña las cosas básicas en el aprendizaje: los colores, las vocales o las partes del cuerpo.

(Maggie, una de las profesoras, enseñándoles el color azul)

(Las vocales)


(Las partes del cuerpo cantando)

La hora del recreo nunca es un problema para ellos, se lo pasan en grande corriendo, gritando, saltando, riendo, llorando porque no tienen la pelota... Hoy se me ocurrió la idea de hacer el trenecito con ellos y mi camiseta aun se arrepiente ahora. Es fascinante como a la que ven que algo es divertido para dos de ellos, enseguida vienen todos detrás de ti para hacer lo mismo. He acabado con 8 niños colgando de mi camiseta que debe haber aumentado unas cuantas tallas.




Por la tarde he estado con el grupo de los más mayores (4 años) y con ellos las actividades son ya más elaboradas. Han estado leyendo cuentos, recortando trozos de periódicos y pintando.

(Leyendo cuentos)

(Recortando periódicos)

Un día muy intenso pero sin duda muy divertido. Cada día que pasa se acerca más mi despedida y me voy dando cuenta de lo difícil que se me va a hacer volver a dejar a estos peques... Pero como se suele decir, no hay 2 sin 3!


David.

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