De nuevo tocaba madrugar, así que a las 7:00 de la mañana hemos salido de casa con Miquel para agarrar los 2 colectivos que nos llevan hasta Villa Elisa. Aunque hemos apurado un poco con el tiempo, hemos llegado allá a las 8:30. Al llegar ya estaban los niños del Proyecto Primera Infancia (PPI) en el aula. Como es costumbre en un día en PPI, cuando llegan se les da su desayuno, formado por un trozo de pan y un vaso de cocido con leche. Una vez terminado el desayuno y mientras se espera a que lleguen todos los niños, las profesoras sacan unos animales de juguete con los que los niños juegan y aprenden los nombres de los animales a la vez. Como yo suelo llegar a esa hora, lo primero que hago es ponerme a jugar con ellos. Siiempre vienen contentísimos a enseñarme sus animales y me los van dando. Acabo la mañana con una montaña de animalitos de juguete encima.
(El desayuno de los niños)
(Los niños acabando de guardar los animales de juguete)
Me he quedado un ratito con el grupo de los más pequeños y hemos realizado una actividad en la que se les daba un trozo de plastelina para que se dejaran llevar por su imaginación y su creatividad y crearan alguna forma o figura.
(Dos de los niños trabajando con plastelina)
(Una de las niñas trabajando con plastelina)
Como os habréis dado cuenta, todo lo que he explicado hasta el momento no parece concordar para nada con el título de la entrada ya que no tiene nada de diferente a lo que hacemos normalmente. La novedad ha sido que, al haber pocos niños hoy en la escuela, Lucy, una de las profesoras, nos ha dicho a Paula Aranda (una voluntaria que ya lleva un mes colaborando en este proyecto de la fundación) y a mí que fuéramos a ayudar a Miquel y a Martha a terminar unos paneles para las aulas de la escuela. Así que Paula y yo nos hemos dirigido hacia el aula de "La Caixa" de Villa Elisa, una zona en la que normalmente sólo se realizan los talleres de carpintería y costura con las madres de la comunidad. Allá nos esperaban Martha y Miquel con una tarea que encargarnos.
En primer lugar teníamos que cortar unas tiras de colores para pegar en unos paneles que ya había diseñado en los que se podían leer los números y las letras del abecedario. Una vez enganchadas las tiras teníamos que recortar la cartulina por los bordes para que ésta quedara recta y, para acabar, tocaba plastificar los paneles. Tal vez explicado así no parezca difícil pero teniendo en cuenta lo largos que eran los paneles, la parte de plastificarlos era un poquito complicada. De todas maneras, y no es por falta de modestia, creo que nos ha quedado muy bien. Juzgad vosotros mismos.
(Paula y yo colocando las tiras de papel)
(Los tres paneles ya acabados. ¿Bien, no?)
Nuestra última tarea antes de ir a comer era la de escribir una pancarta de bienvenida a un oratorio que se ha creado en Villa Elisa. Paula ha escrito las letras y Miquel, Martha y yo las hemos pintado.
(La pancarta acabada: "Bienvenidos al oratorio Santa Librada)
(Miquel y yo pintando las letras de la pancarta)
Por la tarde nos ha tocado acabar el panel en el que llevamos trabajando desde hace ya unos días con Miquel. En él los niños podrán escribir el año, el mes, el día y el tiempo que hace en cada día. También servirá para tener control de las asistencias a clase porque en él los alumnos colgaran sus fotos como muestra de haber asistido a clase.
(Los dibujos del panel para los niños)
(El panel acabado)
Hacia las 16:00 horas de la tarde he vuelto a casa ya que había quedado a las 19:00 con Mark Shakespeare, con quien ya había ido a cenar hace unos días. Mark me había invitado a la presentación de un programa benéfico que lleva a cabo una empresa de electrodomésticos muy innovadora llamada "Electrofácil". Se trata de una empresa que funciona con microcréditos, es decir que una familia puede ir a comprar una nevera para su casa y pagarla a plazos de 50.000 guaraníes (10 euros) al mes. Este método facilita mucho las cosas a familias con pocos recursos. Lleva tres años funcionando y su crecimiento ha sido espectacular, ya cuentan con 36.000 clientes.
Lo importante es que hace un mes decidieron iniciar un proyecto benéfico en el que colaboran con una escuela pública de pocos recursos del barrio San Pablo de Asunción. Han seleccionado a 20 de los mejores alumnos del centro y les dan clases de matemáticas y comunicación en las instalaciones del negocio. Además les adentran en el mundo de la tecnología a base de clases con ordenadores portátiles.
Aunque sólo llevan un mes con el proyecto, debido a los buenos resultados que ha dado ahora quieren ampliarlo para ir aprendiendo y mejorando aún más.
Creo que es una muy buena noticia que más gente se involucre en este tipo de actividades ya que demuestra mucho compromiso por su parte y unos valores que siguen haciendo mucha falta.
David.
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