viernes, 6 de julio de 2012

Día 2: ALDA EDUCA

Mi segundo día en la fundación fue mucho más intenso que el primero. La jornada empezó a las 5:00 de la mañana ya que, debido al cambio de horario, no pude dormir demasiado. De todos modos, a las 6:00 am estaba previsto que Néstor Eugenio Rodríguez -uno de los coordinadores del equipo Alda Educa junto a Laura Fernández- me pasara a buscar para comenzar la visita a las escuelas que forman parte de este proyecto.

Como bien dije en mi primera publicación, la fundación dispone de muchos proyectos, y mi intención este mes de Julio es poder conocerlos y así tener una mejor visión global de todo lo que esta llevando a cabo la fundación en Paraguay. Empecé por Alda Educa.

Alda Educa fue el primer proyecto que se empezó en la fundación Alda el año 2004. Sus objetivos principales son: 1) Mejorar la calidad de la educación básica mediante la capacitación de los profesores, directores y todo el equipo educativo de los centros. 2) Dotar a las escuelas de materiales didácticos adecuados. 3) Elaborar un Proyecto Educativo Institucional que ayude a coordinar la participación de todos los actores que intervienen en la escuela y en último lugar generar una intervención socioeducativa de carácter integral dirigida al desarrollo comunitario.

Para llevar a cabo estos objetivos, una de las medidas que se toman es la de hacer un seguimiento mensual a los directivo de las escuelas. Este seguimiento involucra reuniones y entrevistas con ellos que tienen el objetivo de planificar las actividades de las escuelas y mejorar en todo lo posible cualquier aspecto en relación a la gestión institucional.

Bien, pues en mi segundo día en Paraguay tuve la suerte de poder acompañar a Néstor en una de estas visitas a las escuelas de Ypané y Limpio. La primera escuela que visitamos fue la escuela Alejo Robadín, situada en la localidad de Tacuruty (Villeta). Lo que más me sorprendió de esa visita fue la disciplina de los niños. Antes de entrar a las aulas, formaron todos en el patio de la escuela y, al unísono, cantaron el himno nacional, después realizaron varias oraciones y acto seguido se dirigieron a sus respectivas clases.


Al ver estas cosas se me pasan muchas cosas por la cabeza, pero la primera de todas fue: ¿quien tiene que enseñar a quien? Personalmente, creo que en España algo como esto desgraciadamente es ya muy difícil de ver, por no decir imposible. Los valores creo que se están perdiendo y, en este aspecto, los alumnos paraguayos tendrían muchos que enseñarnos.

A continuación pude presencia una de las clases de la escuela, concretamente la clase de matemáticas del profesor Gustavo A. Giménez correspondiente al 6º grado. Más de lo mismo. Los alumnos se levantan de sus sillas al entrar el profesor en el aula y, de nuevo al unísono, le dan la bienvenida diciendo: Buenos días profesor! Repito, ¿Quien enseña a quien?

A lo largo del día visitamos 6 escuelas más: la escuela Dr. Pedro P. Peña (Villeta), la escuela San Pedro, San Pedro Apóstol, Niños mártires de Acosta Ñu y la escuela 14 de Mayo. En todas ellas acompañé a Néstor a las entrevistas con los directores, quienes me fueron presentando a todos los alumnos de las escuelas, aula por aula. Sinceramente, fue muy emotivo recibir tanto cariño por su parte y también poder ver de primera mano el provecho que estos niños le están sacando a todo lo que la fundación y este proyecto les está dando. Todos ellos me dieron las gracias por el trabajo realizado y por ir a visitarles. A todos ellos sólo quiero decirles que para mí es un placer conocerles y ver que todo el trabajo que se está realizando está sirviendo para que ellos mejoren y estén contentos.



Una vez terminada la ruta y después de casi 12 horas sin parar, llegué a casa y descansé un buen rato. Luego, después de ducharme y cambiarme salimos a cenar con Miquel, Javier Molas, uno de los miembros del equipo de Alda en Villa Elisa y sus amigos al "904", un pub en el que, a parte de cenar y jugar al billar, se organiza cada Jueves un concurso en el que los clientes pueden cantar la canción que quieran en el escenario, acompañados por el guitarrista del local. El que más aplausos se lleve gana 250.000 guaraníes (unos 50 euros).

Desafortunadamente yo no me encontraba demasiado bien porque me resfrié durante el día y tuve que volver a casa con Miquel antes de lo previsto.

Una larga e intensa jornada pero muy productiva a la vez.

David.

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